CRÍTICA A LA CLASE DE FILOSOFÍA

Este año  ha sido el primero en el que he impartido la asignatura de filosofía, y aunque debo admitir tenía unas expectativas bastante bajas, debido a comentarios que había oído sobre ella, las ha superado con creces y relativa rapidez. Nunca imaginé que esta asignatura me aportaría tantos conocimientos y maneras distintas de pensar y ver mi alrededor, además de convertirse en una de mis asignaturas favoritas de este curso.

En cuanto al desarrollo concreto de las clases, cabe destacar la labor del profesor y la facilidad con la que ha conseguido unas clases entretenidas e interesantes que gustan a los alumnos y los mantienen atentos durante las mismas; su forma de explicar hace que estas se caractericen por ser dinámicas, esquemáticas, interesantes y muy divertidas.

Yo creo que lo ha conseguido porque, en vez de tratar el temario como algo aburrido, denso y extenso, se abordan los contenidos con comicidad, sencillez y ejemplos muy claros y cotidianos que favorecen la comprensión de la asignatura, lo que asimismo favorece a percibirla como una materia entretenida y divertida en la que además aprendes muchos conceptos interesantes y útiles para tu vida fuera del instituto.

Me gustaría también destacar lo que para mí ha sido uno de los aspectos más interesantes durante el curso: las lecturas propuestas en cada evaluación. A mi personalmente me gusta leer, por eso me ha parecido una forma muy buena de acercarme a diferentes aspectos de la filosofía y de hacer que me plantee algunas cuestiones sobre moral, sociedad, ética…

Pero también debo reconocer que algunos de los temas que se han planteado en la asignatura, me han resultado menos interesantes o más complejos para comprenderlos, por lo que me han parecido menos atrayentes. También he echado de menos que hubiésemos trabajado más en el aula la manera de realizar comentarios de texto que se nos piden después en los exámenes.